Quinta jornada de Liga: El Valencia asusta al Barça (2-2)

El Valencia ha conseguido mantener el liderato de forma provisional, a falta de lo que suceda en el Betis-Zaragoza, después de empatar (2-2) con el Barcelona en un emocionantísimo encuentro, lleno de alternativas y que casi se llevan los visitantes con una triple ocasión a dos minutos para el final. El equipo de Emery puso en evidencia la defensa de tres que ofreció Guardiola de inicio, Mathieu entró como quiso por la izquierda y propició el 1-0, aunque Abidal marcase en propia puerta. Pedro empató de inmediato, pero Pablo Hernández marcó el 2-1 en el ecuador de una primera parte dominada por el conjunto che. Ya con Alves atrás en el segundo período, el equipo azulgrana retomó el 4-3-3, contuvo al Valencia, errático en el último pase a la contra y con los cambios (Villa, Adriano, Thiago) se convirtió en dueño del partido. Cesc logró el 2-2 en la segunda asistencia de Messi. Por lo visto sobre el terreno de juego, esta Liga no es cosa de dos.

Aunque Pedro realizó el primer remate, sin mucho peligro, a los cinco minutos, la rápida ocasión fue un espejismo de lo que sucedería durante toda la primera parte. Guardiola sacó un 3-4-3, colocando a Alves en la medular, y la jugada táctica fue un gran error después de lo sucedido durante el primer período. Mathieu fue un incordio absoluto para la zaga azulgrana y un centro suyo acabó en el fondo de la portería defendida por Valdés. Abidal tocó el balón con su pierna izquierda para desviar la trayectoria del esférico antes de que pudiese llegar Soldado. La alegría valencianista duró poco porque en la jugada posterior el canario, que ya había avisado antes, batió a Guaita desde dentro del área por el palo corto. Messi, que firmaría dos asistencias a lo largo de la noche, le regaló medio gol. A partir de entonces, el Valencia llevó las riendas del choque y mereció el 2-1, logrado por Pablo Hernández tras otro centro de Mathieu desde la izquierda. En esta ocasión, Abidal no llegó. Incluso, los locales merecieron el tercero, que el ‘pichichi’ del Valencia falló de forma incomprensible en el minuto 40. El Barcelona apenas retenía la pelota, estaba lento y se veía superado por las circunstancias.

Guardiola corrigió la situación, volvió al 4-3-3 con Alves en el lateral derecho y el Barcelona cerró el tremendo agujero que había en su banda izquierda. Emery aprovechó el descanso para colocar a Tino Costa en el sitio de Albelda y, obligado a atacar por otras zonas del campo, el Valencia tuvo la sentencia en un centro de Pablo Hernández desde la derecha. Canales no llegó y Soldado, al que le faltaron reflejos, perdonó el 3-1. Villa y Adriano entraron en el partido por Pedro y Keita, respectivamente. Aunque el equipo che creó algunas contras sin la precisión del último pase para plantarse ante Valdés, los cambios revitalizaron a un Barcelona que pasó a dominar el encuentro futbolístico de forma progresiva. Más aún, cuando Thiago relevó a Puyol. Los barcelonistas comenzaron a utilizar las bandas y tocaban con facilidad en tres cuartos de campo, con el peligro que esto conlleva. Después de que Mascherano mandase un balón al larguero con un disparo lejano, Emery se vio obligado a refrescar su ataque, debido al desgaste físico realizado por los suyos. Puso a Jonas por Canales. Piatti también tuvo sus minutos, sustituyendo al ovacionado Mathieu.

El Barcelona había puesto la quinta, jugaba con una marcha superior a la de su rival y Messi apareció para quedarse. No superó a Guaita en el mano a mano tras el sensacional pase de Thiago, pero sí la puso perfecta por alto para superar a la defensa che y permitirle a Cesc la posibilidad de hacer el 2-2. El de Arenys de Mar no falló con la zurda. El conjunto de Guardiola estuvo a punto de lograr el triunfo, pero falló un triple ocasión en el minuto 88. Guaita sacó una mano fantástica a remate de Villa (hubiese sido la tercera asistencia de gol para el ‘10’), Miguel salvó el centro de Adriano y, para finalizar el asedio, Messi la mandó fuera. La expulsión de Jordi Alba dejó a los locales con un menos, pero no hubo tiempo para más. Partidazo, justo empate y una sensación clara en el ambiente. Si el Valencia juega así, la Liga no será cosa de dos.