Ruben Amorim cerró el annus horribilis del Manchester United con una victoria. Un lazo rosa adornando una temporada horrible, de suplicio. 2-0 en Old Trafford, resultado doloroso también para el visitante Aston Villa. La derrota dejó a los hombres de Unai Emery en el sexto puesto de la Premier League y fuera de la zona de acceso a la Champions.
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A pesar de la victoria, el United solo pudo subir al 15º lugar, intercambiando posición con el Wolverhampton, de Vítor Pereira. Los Wolves empataron en casa contra el Brentford (1-1) y fueron penalizados por la inferioridad en el enfrentamiento directo con los red devils.
En Manchester, dos momentos fueron decisivos para que Amorim volviera a celebrar (muy contenidamente) una victoria en la Premier League, más de dos meses después del último triunfo [0-3 en Leicester el 16 de marzo]: la expulsión del portero Emiliano Martinez justo antes del descanso y una genialidad de Bruno Fernandes, a los 76 minutos, que le dio a Amad Diallo el primer gol de la tarde.
El pase de Bruno fue perfecto. Desde la media izquierda, el portugués leyó el movimiento de Diallo y le colocó el balón, en un ligero arco, en la cabeza. El marfileño alcanzó el 11º gol de la temporada.
Necesitado de puntos para superar al Newcastle en la tabla, el Villa ofreció conscientemente espacios a las transiciones ofensivas del United. A tres minutos del final, Ian Maatsen derribó al mismo Amad y Christian Eriksen se despidió de la mejor manera: un fuerte disparo en la ejecución del penalti y gol.
Queda hablar de la polémica de la tarde. Inmediatamente antes del 2-0, Morgan Rogers le quitó el balón de las manos al distraído Altay Bayindir y marcó el 1-1, que luego fue anulado por el árbitro. Las imágenes muestran que no hay falta aparente, pero el VAR no pudo intervenir porque el árbitro Thomas Bramall pitó antes de que el balón entrara.
Peculiaridades del protocolo. El Villa terminó el juego furioso y con razón para ello.
En Molineux, el Wolverhampton cerró la temporada 24/25 empatando. Vítor Pereira dio la oportunidad al portero Tom King (primeros minutos en la Premier League a los 30 años, al sustituir a José Sá cerca del final) y presenció los goles de Bryan Mbeumo (20 minutos) para los visitantes y de Marshall Munetsi (75) para su equipo.
16º lugar para el Wolverhampton en la clasificación final de la Premier League, 10º para el Brentford.