Valdés: «Si volviera a nacer no sería portero, no me ha compensado todos los años de sufrimiento» 

El ex portero del FC Barcelona, Víctor Valdés, concedió una entrevista a Marca en la que hizo varias confesiones y repasó su carrera, explicando que no volvería a ser portero si tuviera la oportunidad de serlo. 

"Si volviera a nacer no sería portero, no es un camino fácil y no me ha compensado todos los años de sufrimiento. He tenido muchos días en los que no quería estar ahí, jugué porque me convencieron de jovencito y acepté el camino", explicó Valdés. 

La fama: "No me siento cómodo cuando hablan demasiado bien de mí, especialmente cuando el mérito no es sólo mío. El fútbol es un deporte de equipo. No me gusta la fama. Cuando se apague la luz, yo estaré con los niños, enseñándoles qué pasa cuando se enciende y deseando que se les encienda. Pero para mí ya no, y espero que cuando se acabe no me encuentren...". 

Estuvo cerca de perder una pierna: "Una bacteria me estaba comiendo el hueso de la tibia y tuvieron que operarme. Pero, por ese ángel de la guarda que siempre ha velado por mí, la pierna creció a la par que la otra. No sabíamos si pasaría eso o me tendrían que haber cortado la pierna". 

Paradas vitales en la final de Paris: "Aquella noche me dio fuerza para seguir en el Barcelona muchos años más, sin ese partido quizá no habría durado tanto. Superé las críticas". 

Su grave lesión ante el Celta: "Sabía que me iba a romper la rodilla, no sabía cuándo, pero sabía que todo me iba demasiado bien y que me rompería... Se produjo una falta y como capitán presioné al árbitro, que me dio la razón y finalmente pitó libre directo... Si hubiera sido penalti, no me habría lesionado. Eso me cambió la vida". 

La recuperación en Alemania: "Fue una etapa muy dura por mí cabezonería de querer estar solo. Después de una lesión así, la gente te trata como un lisiado y te aparta porque consideran que ya no vales. Nunca más seré una superestrella porque he estado ahí lesionado. Yo vengo de tres meses en Augsburgo, de comprar mi billete de tranvía, de ir con muletas, de estar solo. Eso no me lo quitará nadie. Tras mi lesión volví a la vida real. En esos tres meses de recuperación vivía en un hotel e iba en tranvía todos los días ". 

Salida del Barça: "La despedida que tuve del Barça no fue la deseada por culpa del tratamiento que tenía que seguir en Alemania y por culpa de mi carácter. Me aparté y me fui. La gente seguramente esperaba mucho más de alguien como yo. Seguramente me recriminó ciertas actitudes".