Rusia cayó, y cayó de pie. Terminó el sueño del equipo anfitrión en el Mundial después de salir derrotado en los penaltis a los pies de Croacia. Dos equipos experimentados que volvieron a recurrir al desempate de la marca de los once metros. Esta vez, sólo uno podía seguir adelante. Mário Fernandes, que alimentó el sueño, acabó por convertirse en el verdugo. El fútbol no deja de proporcionar momentos indescriptibles...
La primera parte empezó a paso lento ya un ritmo bajo. Sin gran interés de parte a parte, sin contar con la doble oportunidad de Rebic - que Mundial está realizando el extremo croata - luego en los primeros instantes.
Croacia, como se esperaba, dominaba la posesión y Rusia, bien posicionada, procuraba asustar con objetividad. Una película muy parecida a lo que los dos equipos hicieron en los octavos de final.
Con el paso del tiempo, el juego aumentó ligeramente la velocidad. Sin muchas incidencias, es cierto, pero las jugadas colectivas comenzaron a surgir con mayor naturalidad.
Afortunadamente, para los presentes, en especial para el público ruso, Cheryshev trató de romper la monotonía. Un puntapié del medio de la calle (que gol!) que levantó el estadio y, al mismo tiempo, sorprendió al adversario que parecía estar un poco mejor en el partido. Subasic, guardián croata, se limitó a seguir la trayectoria...con los ojos.
El gol ruso animó el partido de tal forma que Croacia no tardó en reaccionar. Una buena jugada trabajada en la lateral izquierda, sirvió para Mandzukic huir a la marcación para hacer la asistencia a Kramaric dentro del área contraria. De cabeza, el delantero del Hoffenheim no perdonó.
Un abordaje menos logrado de Rusia en la defensa costó muy caro y llevó el empate hasta el intervalo.
La segunda parte llegó y con una Croacia completamente diferente, transformada. Zlatko Dalic percibió que los niveles de intensidad podían subir más...y consiguió importunar a Rusia durante largos momentos.
El equipo croata subió las líneas, efectuó una presión alta y recuperó balones, muchos balones. La asfixia fue tal que los rusos han visto a Iván Perisic acertar en el poste y falló un gol que, a primera vista, parecía cierto.
La colocación de Marcelo Brozovic en el centro, motivó una alteración positiva en el esquema táctico y concedió mayor libertad ofensiva a Rakitic y Luka Modric. El partido fluía a la perfección y obligaba a Rusia a retroceder inmenso sobre el terreno, preocupándose esencialmente con las tareas defensivas.
Sin ninguna otra alteración en el placard a pesar de la superioridad croata, el juego prosiguió para prolongación.
El elquipo anfitrión intentó demostrar mayor ímpetu, pero sin mucho éxito, por encima de todo en un momento en que las piernas empezaron a temblar y de qué manera.
Mucha fatiga, algunas lesiones y menor discernimiento en la toma de decisión. En la primera parte del tiempo extra, Domagoj Vida, a través de un saque de esquina de Modric, saltó muy alto y alcanzó la remontada croata.
Ante el resultado desfavorable, Rusia presionó y Mário Fernandes, lateral que ha estado a nivel brillante en la competición, volvió a establecer el empate al responder de forma afirmativa a un libre de Dzagoev.
¿Recuerdas la película que hemos hablado anteriormente? Pues bien, volvió a repetirse. Esta vez, sólo había lugar para uno. Croacia está en las semifinales de Rusia 2018. El protagonista, Mário Fernandes, marcó un gol decisivo en la prolongación y falló el penalti que permitió al adversario festejar la calificación. De héroe a villano en un vistazo.
2-2 (3-4 pen.) | ||
Denis Cheryshev 31' Mário Fernandes 115' | Andrej Kramaric 39' Domagoj Vida 101' |
