James Rodríguez vio, de la bancada, una derrota de Colombia en los penaltis. Un partido táctico, con momentos altos, otros bajos, muchas tarjetas y muchas disputas. Kane marcó, Mina alimentó las esperanzas colombianas, pero en la decisión final, los Tres Leones llevaron a mejor.
Southgate no abdicó de su forma de jugar, y Pékerman se adaptó a las circunstancias. La estrategia de Colombia, con la inclusión de tres medios retrocedidos, corrió a la perfección durante la primera parte. Con muchos jugadores el medio campo inglés sentía algunas dificultades para soltar la marcación contraria, aunque el adversario no molestó la porteria de Pickford.
En el primer tiempo, Inglaterra entró mejor y causó algún peligro en las jugadas de balón parado, aspecto que, en la era Southgate, ganó mayor relevancia. Por su parte, el equipo sudamericano intentaba contestar a través de la velocidad de los hombres más adelantados, buscando, de forma clara, la profundidad, pero sin éxito.
Los tres centrales ingleses dieron siempre bien cuenta del recado y, en el capítulo de la construcción, tuvieron, como se esperaba, gran influencia. Coesa detrás, Inglaterra fue la selección que protagonizó las dos mejores oportunidades de los primeros 45 minutos.
Primero Kane, con un cabeceo por encima, después de un buen entendimiento en el lado derecho, y luego Trippier, de libre directo. Aún antes del descanso, Quintero remató para defensa segura del portero de los Tres Leones.
A nivel táctico, nota 20 para los dos equipos.
La segunda parte, a la imagen de la primera, quedó marcada por el enfrentamiento táctico...y físico. Fueron muchas las quejas entre los jugadores que rompieron el ritmo del partido y contribuyeron negativamente al espectáculo.
Poco después del arranque, Carlos Sánchez agarró a Harry Kane dentro del área tras un saque de esquina y el juez del partido, Mark Geiger, no dudó en señalar la marca de los once metros. Kane, siempre él, no perdonó en la conversión y colocó a Inglaterra delante del marcador.
Las situaciones de ataque protagonizadas por los dos equipos no fueron muchas, excepto un cabeceo de Lingard, un contraataque muy mal finalizado por Cuadrado y un espectacular remate de Uribe al que Pickford respondió en la misma moneda.
Sin embargo, a pesar de que en el plano táctico Inglaterra había revelado una madurez por encima de lo normal para un equipo bastante joven, Yerry Mina volvió a hacer la diferencia en las alturas y restableció la igualdad en el placard ya en el período de descuentos.
La prolongación terminó con equilibrio y quedó evidente una mayor frescura física del lado sudamericano. En la primera parte, Colombia demostró un mayor ascendente, mientras que en la segunda, Inglaterra logró subir ligeramente las líneas y importunar más la defensa contraria. Sin goles, el juego fue a los penáltis.
Más competente, Inglaterra festejó el acceso a los cuartos de final del Mundial de Rusia. Superado el trauma de los penáltis, una gran oportunidad para recordar la famosa música tan bailada por los adeptos ingleses en suelo ruso: «It's coming home. Football's coming home!».
1-1 (3-4 pen.) | ||
Yerry Mina 90' | Harry Kane 57' (p.) |