El Real Madrid ha ganado seis partidos de los últimos once, una clara señal de las debilidades en el equipo blanco. La última goleada en Mestalla fue especialmente dolorosa y llega precisamente antes del parón de selecciones, lo que le permite a Zidane hacer un diagnóstico a la plantilla.
Cuando se reanude la competición el Real Madrid afronta al Villarreal, Inter, Shakhtar y Sevilla. Hasta ahora Zidane no ha descifrado la fórmula de las rotaciones y se cuestionan las actuaciones de jugadores como Marcelo e Isco. El mal rendimiento de los dos veteranos comienza a hacerse crónico.
El equipo da demasiados signos de debilidad, principalmente en defensa. El equipo concede muchos goles y ese es uno de los grandes males del Madrid. Varane, desde su fallo ante el City la pasada temporada, ha vuelto a cometer errores clave que comprometen al rendimiento del equipo.
Casemiro, positivo por coronavirus, no jugó en el último partido y es claro que no hay un recambio natural para el brasileño, una pieza imprescindible en el equipo. Asensio, Militao y Jovic tampoco terminan de arrancar en la nueva temporada.
El técnico francés deberá hacer un diagnóstico global para poner un freno a la crisis merengue antes de la reanudación de la competición, ya que se avecina una de fase importante de la temporada.