Sergio Ramos vio la tarjeta amarilla en el partido ante el Ajax, a los 88 minutos, por una falta sobre Dolberg. Esa falta va a obligar a perderse el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu. En el final, en la zona mixta, el capitán del Real Madrid admitió que forzó la tarjeta, pero después se retractó en las redes sociales. Ahora el central arriesga una sanción de dos partidos.
En declaraciones a los medios después de terminar el partido, Ramos declaró: “Viendo el resultado mentiría si dijera que no la he forzado, es algo que tenía presente y no es por subestimar al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y lo he decidido así”.
Poco después el capitán blanco utilizó las redes sociales para explicar lo que había sucedido: “Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de Champions, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos. #HalaMadrid”.
Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de @ChampionsLeague, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos.#HalaMadrid https://t.co/zL0Heok5Vp
— Sergio Ramos (@SergioRamos) 13 de febrero de 2019
Con estas declaraciones, Sergio Ramos puede ser sancionado por la UEFA con dos partidos de suspensión.