Sin entusiasmar, Suecia está en los cuartos de final del Mundial. En un partido sin grandes motivos de interés, la selección sueca fue mejor que Suiza y logró la clasificación para la siguiente fase del Campeonato del Mundo, 24 años después, con una victoria por 1x0.
Un remate de Emile Forsberg, que contó con un desvío de Akanji, dio la victória a la selección sueca. Una verdadera patada contra la monotonía en un partido con pocos motivos de interés y en el que Suiza ha presentado pocos argumentos para intentar llegar a la siguiente fase.
Mirando hacia los partidos de los octavos de final, el Suecia x Suiza era aquel que, al principio, menos entusiasmaba. El fútbol practicado por ambas selecciones no es particularmente interesante y se basa en el control de partido y en el aprovechamiento de jugadas de balón parado. Sin embargo, Suecia podía haber llegado al descanso en ventaja. Las oportunidades no faltaron.
La formación sueca se presentó más agresiva y presionante que la selección suiza y ganó la batalla del centro del campo, consiguiendo bloquear la influencia de Xhaka en el fútbol helvético. La falta de espacio creó incomodidad a Suiza, que cometió algunos errores que sólo no fueron fatales porque los suecos estuvieron desinspirados en la finalización y porque Sommer hizo una de las mejores defensas del Mundial.
A pesar de la buena entrada sueca, Suiza mantuvo las ideas y el fútbol que llevaron a esta selección a perder sólo una vez en dos años. Un fútbol de posesión, temporizado, sin grandes desequilibrios y con algunos elementos por encima de la media a intentar hacer la diferencia. El problema para los suizos es que esos elementos estaban perdidos en la cohesión defensiva sueca.
El fútbol practicado en el Zenit Arena estaba lejos de entusiasmar a los amantes del fútbol. Suiza intentó mostrar otra cara cuando regresó de los balnearios, pero la actitud más agresiva y ofensiva no duró mucho. Incluso con mucho tiempo para el final de la segunda parte, ya había quien pensara en la prolongación.
Sólo que, en medio de la monotonía, hay siempre alguien que se destaca, ni que sea por intentarlo. Forsberg fue ese 'alguien'. El defensa del RB Leipzig parecía ser el único interesado en resolver el partido en el tiempo reglamentario y la suerte le recompensó en un remate de pie derecho que contó con un desvío de Akanji.
Suecia se colocaba en ventaja y obligaba a Suiza a arriesgar todo. Petkovic reaccionó de inmediato con las entradas de Embolo y Seferovic, pero a pesar de conseguir colocar más hombres en el área adversaria, la selección suiza no pudo crear oportunidades de gol. La excepción fue un cabeceo de Seferovic, pero no fue suficiente. Suiza dice adiós al Mundial, Suecia sigue soñando.
1-0 | ||
Emil Forsberg 66' |
