Incluso después del gran objetivo fallado, incluso después de la poca suerte en los dos primeros partidos, Perú fue recompensado en este campeonato del mundo, después de ganar por 2x0, a la selección australiana, en el tercer y último partido de la fase de grupos.
Los canguros mostraron la misma creencia y la misma personalidad, pero la definición volvió a no ser la mejor, y ni siquiera Francia le dio la mano para facilitar. Pero si hay dos formaciones que pueden salir de cabeza erguida...
En busca de un triunfo que le pudiera asegurar la presencia en los octavos, Australia entró en el partido con ganas de castigar la línea defensiva peruana. Como sucedió en los otros dos partidos, los australianos ofrecieron una propuesta de juego ofensiva, con velocidad y profundidad en la delantera, pero también con control en el medio campo. Mooy es el péndulo que juega y hace jugar.
A pesar del inicio pujante de los australianos, este Perú no desiste de su forma de jugar, mucho menos deja de intentar imponer su filosofía según el contexto del partido. Así, el equipo de Gareca fue hacia arriba del adversario, con posesión y técnica de Cueva y compañía, pero fue Carrillo a brillar, con un puntapié que sólo paró en el fondo de las redes, tras la asistencia primordial de Guerrero.
A pesar de nunca haber abdicado de su filosofía, Perú no supo capitalizar en grandes oportunidades la ventaja en el marcador. Por otro lado, el equipo de Gareca permitió, poco a poco, el resurgimiento de Australia en el partido, con Rogic a brillar en las asistencias y los avanzados a mostrar algún desperdicio en la zona de finalización - Gallese estuvo seguro, también. Pero cuando el árbitro pittó la sensación era que todavía todo podría suceder en Sochi, y tal hecho es de saludo, en un Mundial poco pujante.
El inicio de la segunda parte traía una certeza al partido: éste era, sobre todo, un enfrentamiento de estilos, siendo el del Perú más basado en la posesión de balón y el de Australia en la velocidad y en una forma de atacar más objetiva, con menos posesión de balón . Con dos buenos equipos, la eficacia y la mayor serenidad de los peruanos volvió a hacer la diferencia, con Guerrero dejando su marca en Rusia. Del otro lado, aún más voluntad, otra oportunidad...y mala definición.
No se sabe si los australianos tenían conocimiento del resultado del otro partido, que se mantuvo en un aburrido 0x0, pero dio la idea, a partir de un determinado momento, que el equipo de Van Marwijk dejó de creer verdaderamente en la calificación, a pesar de la entrada del mítico Tim Cahil, el hombre que hizo soñar a los australianos a lo largo de los últimos Mundiales.
El Perú, siempre fiel a su estilo, se mantuvo lejos de todas estas luchas por el segundo lugar, creando diversos problemas a la defensiva australiana hasta el final del partido. Con más espacio, los sudamericanos mostraron una cara positiva y peligrosa en las transiciones, que sólo no resultaron en el tercer gol porque la finalización y el poste (en el caso de Flores) no quisieran nada con el equipo de Gareca. Pero, especialmente para una selección ausente de los últimos grandes eventos, nunca es tarde para brillar...
0-2 | ||
André Carrillo 18' Paolo Guerrero 50' |