Rusia no es propiamente conocida por ser un país hospitalario y la selección ha demostrado eso. Después de la goleada impuesta a Arabia Saudita, los rusos no quiseron dar la bienvenida a Salah, que se estrenó en el Mundial, y prácticamente eliminaron la selección egipcia tras una victoria por 3x1, que deja a la selección africana con un pie y, medio fuera de la competición y los anfitriones ya pensando en la fase a eliminar.
En la primera parte Rusia entró mejor, pero Egipto equilibró hasta el descanso. Después, Rusia se colocó en ventaja gracias a un autogol que pesó en la selección egipcia. Cheryshev y Dzyuba marcaron a continuación, Salah aún redujo, pero esta Rusia fue claramente superior y justificó la victoria y casi un cierto paso a los octavos de final.
Había llegado el momento. Mohamed Salah se estrenó en un Mundial. El egipcio había quedado fuera de la ronda inaugural, pero la derrota ante Uruguay llevó a Héctor Cúper a llamar a su principal estrella. El delantero del Liverpool jugó de forma condicionada, algo que fue visible en todas las acciones. Evitó el choque, no fue en busca de los desequilibrios, pero fue apareciendo a espacios y fue en esos períodos que Egipto pareció estar mejor, en una primera parte que quedó marcada por el equilibrio.
La formación rusa sobrepasó en definitiva todas las desconfianzas con la goleada impuesta a Arabia Saudita y apareció mucho más confiante. Los primeros quince minutos fueron incluso de dominio ruso, con Golovin y Dzyuba a rondar el gol y aprovechando las fallas defensivas del equipo africano, que sintió grandes dificultades al inicio del partido.
Con el paso del tiempo, y con Egipto a tener que puntuar para soñar con el paso a los octavos, el partido equilibrado, pero sin grandes ocasiones de peligro para cada uno de los lados. Trezeguet y Salah amenazaron con remates desde fuera del área, mientras que Rusia comenzó a jugar más en transición y apostando por la anchura dada por Cheryshev, por un lado, y Mário Fernandes, del otro. Zhirkov se fue manteniendo atrás, siempre atento a Salah, que iba buscando cambiar el juego, aunque con dificultades notorias.
El delantero del Liverpool no fue el único en sentir dificultades. El juego colectivo de Egipto tenía dificultades para crear conexión y el reanudamiento del encuentro, cuando los africanos parecían venir con un diseño diferente para la segunda parte, surgió el gol de Rusia. Una falla técnica del capitán egipcio, Ahmed Fathy, colocó a los rusos en ventaja, en un corte infeliz y que dificultó aún más la tarea de la formación africana.
Con más experiencia , con ventaja y más confianza se pasó a jugar com Rusia queria, bajando el ritmo y jugando siempre en el medio-campo contrario, con calidad y confort, una imagen de lo que había sucedido en el primer partido.
Al igual que con Arabia Saudí, los goles no tardaron en acumularse, y los goleadores volvieron a ser los mismos, que empezaron el Mundial en el banquillo. Cheryshev igualó a Cristiano Ronaldo en la lista de marcadores (tres goles marcados) con un remate oportuno en la zona de penálti. Dzyuba hizo el tercero después de un buen trabajo sobre Hegazy.
Los dos equipos estaban en planos completamente opuestos. Rusia se quedó prácticamente apurada para los octavos, mientras que Egipto ya puede empezar a preparar las maletas para volver a casa. A pesar de notoriamente con la moral abajo, la formación egipcia logró reducir. El gol, de penálti, no tuvo interferencia en el partido, pero quedó para la historia por haber sido el primero de Salah en un Mundial.
La historia del partido acabó con el gol del delantero del Liverpool. Rusia puede, ya hoy, confirmar el billete a los octavos. Egipto puede comprar los billetes de regreso a casa.
3-1 | ||
Denis Cheryshev 59' Artyom Dzyuba 62' | Ahmed Fathi 47' (p.p.) Mohamed Salah 73' (p.) |
