Habituada a sucumbir en los momentos de mayor apretón, Inglaterra entró con fuerza en el Mundial, después de ganar, por 2x1, la aburrida y competente selección de Túnez. Harry Kane, con dos goles, mostró que está en Rusia para triunfar...al menos en el capítulo individual.
Después de una gran primera parte, la selección de los tres leones aún amansó en el segundo tiempo, pero la creencia y las jugadas de balón parado (han sido importantes en la competición) marcaron la diferencia.
En un sistema con una línea de cinco y un centro de campo creativo rápido, Inglaterra comenzó la partida a todo el gas. Posesión de balón, dominio territorial y dos grandes oportunidades, por Lingard y Stones, que hicieron brillar (y de qué manera) el portero tunecino. Con una entrada tan asertiva, se presintió que el gol inglés llegaba rápido, y la jugada a los 11 minutos traía alguna lógica al partido. Stones hizo brillar (nuevamente) Hassen, Kane marcó el primero y, peor que eso, el hombre que estaba brillando más en el campo fue obligado a salir por lesión. Nadie merecía, Hassen mucho menos.
En desventaja, Túnez pasó a ser un equipo más extendido en el campo, con más capacidad en tener la pelota en el medio-campo contrario. El ritmo fuerte de los británicos bajó ligeramente, lo que no impidió algunas jugadas peligrosas. Con el partido relativamente más equilibrado, pero siempre con señal más para los tres leones, Walker decidió poner Inglaterra en algunas dificultades al hacer falta para penálti, que Sassi convirtió sin grandes problemas.
Del (casi) nada, Inglaterra se vio en una posición desfavorable en el marcador, pero las oportunidades seguiron apareciendo en la portería tunecina. Lingard envió la pelota al poste. Más pelota, más creatividad, Henderson lideró un mediocampo con imaginación, pero faltaba el casi...
Después del intervalo, Túnez no quería pasar por el mismo. Los africanos entraron en el segundo tiempo con otra disposición y robaron, durante los primeros 10 minutos, la iniciativa a Inglaterra, que no se amedrentó. Incluso sin la misma presión y dominio, la selección de Southgate parecía segura de sí misma, esperando que la calidad del proceso ofensivo hiciera la diferencia.
Y, aunque el mismo proceso atacante continuase consistente, Inglaterra tuvo más dificultades en la delantera, especialmente en la decisión del último pase. Sterling perdió combustible (fue sustituido), Lingard y Ali desaparecieron y ni siquiera la voluntad de Loftus-Cheek y Rashford fue suficiente para frenar a una organización a rozar la perfección de los tunecinos.
Pero el instinto está siempre listo para aparecer, aunque sea para allá de los 90 minutos. Después de el cuarto árbitro mostrar la compensación, el equipo de los tres leones volvió a ganar la batalla por el aire, con Harry Kane a ser decisivo. Es candidato a Bota de Oro del torneo.
1-2 | ||
Ferjani Sassi 35' (p.) | Harry Kane 11' 90' |