Conocida por ser consistente, a nivel colectivo y a nivel mental, Serbia dio una demostración de fuerza en su estreno en el Mundial, al ganar a Costa Rica por 1x0. En un partido sin grandes oportunidades de gol, Kolarov decidió el partido a favor de los europeos, en uno de los momentos más brillantes de la competición hasta el momento.
Después de un Mundial 2014 sin derrotas, Costa Rica volvió a perder un partido en fases finales, ni siquiera la clase, a espacios, de Bryan Ruiz sirvió para dar color a un equipo que, con este resultado, necesita superarse para frenar Brasil y aún soñar con la calificación.
A pesar de ser, en teoría, el partido con menor destaque del primer domingo del Mundial, Costa Rica x Serbia comenzó a todo el gas, con los dos equipos a imponer un ritmo muy fuerte a su fútbol. Serbia, con dos guardianes para un trío creativo en el que se destaca Milinkovic-Savic, optó por un fútbol más apoyado, con posesión segura y anchura, quedando Costa Rica en una perspectiva más segura detrás y creativa, rápida y objetiva en la delantera. La capacidad de Bryan Ruiz fue un auténtico puerto seguro.
Con el transcurso del primer tiempo, y de forma natural, el ritmo bajó, lo que perjudicó a la selección americana. Los hombres que hicieron historia hace cuatro años no consiguieron salir con la misma calidad, entregando en su totalidad el dominio territorial del partido a los serbios. La selección de Krstajic evidenció recursos ofensivos interesantes, con Tadic muy activo en el lado derecho, pero la definición y el entendimiento fallaron, casi siempre.
Al paso del minuto 40, en un intento de transición de Serbia, Ureña, avanzado costarricense, se preocupó de parar a Tadic. No siendo importante, la jugada fue el espejo del primer tiempo: una Serbia con más pelota, intentando desequilibrar, y una Costa Rica defendiendo su portería como si la vida estuviera en juego. Antes del descanso, todavía una chilena de Savic, trabada por Navas y por el auxiliar. Si hubiera entrado, el VAR hubiera validado uno de los goles de la competición.
De una forma natural, Serbia no necesitó entrar muy fuerte en el segundo tiempo para llegar al gol. Es verdad que las oportunidades no fueron muchas (Mitrovic perdió un duelo aislado con Navas) en el primer cuarto de hora, pero la mayor calidad individual de los serbios ya había hecho heridas, y Kolarov trató de cerrar las dudas...de una forma algo épica. El lateral de la Roma llenó el pie izquierdo y protagonizó uno de los grandes momentos hasta ahora del Rusia 2018.
Con el gol, los serbios apostaron a una fórmula más pragmática, sin grandes riesgos ofensivos. Siempre que los creativos descubrían espacios, Savic y compañía todavía asustan, pero la principal preocupación era proteger la portería. Y los costarricenses bien que hicieron la voluntad a los europeos, mostrando siempre muchas limitaciones en el proceso ofensivo. Campbell todavía dio cierta velocidad, pero las ideas fueron pocas o nulas.
A pesar de haber transcurrido sin grandes problemas, el final del partido hasta trajo escaramuzas entre Matic, el adjunto costarricense y un gesto feo de un serbio que acabó con tarjeta amarilla. Sin embargo, nada apaga el golazo de Kolarov...que bien puede dar acceso a los octavos.
0-1 | ||
Aleksandar Kolarov 56' |