Victoria sorprendente para Irán. La selección entrenada por Carlos Queiroz batió a la selección marroquí por 0x1 con un gol prácticamente caído del cielo, en un tiro de balón parado en los minutos de descuentos que contó con la aportación de Aziz Bouhaddouz, jugador que hizo el auto-gol .
La selección marroquí tuvo una entrada muy fuerte, que Irán fue aguantando hasta conseguir, por fin, controlar el ritmo del partido. Incluso al final, cuando pocos preveían y en una segunda parte en que Irán sólo intentó garantizar el empate, los iraníes acabaron por conseguir el triunfo. Ingrato para Marruecos, que intentó siempre vencer, pero con mérito en la forma como el equipo de Carlos Queiroz seguró a los marroquíes durante el partido.
Marruecos e Irán no era propiamente el partido de destaque de la primera jornada de la fase de grupos, pero se asistió a un partido muy interesante en San Petersburgo, especialmente en el primer tiempo. Dos equipos con diferentes ideas y diferentes individualidades empezaron la acción en el grupo B, donde están España y Portugal.
La selección marroquí se presentó con una estrategia ofensiva y con varios jugadores creativos que querían brillar. La voluntad de ganar destaque en este Mundial era grande y, por eso, la selección de Hervé Renard entró a todo el gas. Fueron 20 minutos de auténtico sofoco para la selección iraní, que se vio obligada a construir un muro frente a la portería de Beiranvand.
La estrategia de Carlos Queiroz pasó, primero, por dar solidez defensiva al equipo. Una idea que permitió a Irán aguantar la entrada fortísima de la selección marroquí. El bloque defensivo se unió, fue bastante agresivo (a veces en demasía), pero aguantó toda aquella presión proveniente de elementos con calidad como Ziyech, Belhanda o Harit. El primer ataque iraní sirvió para soltar la presión. No dio en gol, pero trajo una nueva alma al equipo.
A partir de ese momento, Irán consiguió controlar mejor el partido. El ritmo bajó, como Queiroz fue pidiendo, y aquella selección marroquí que se había visto en los primeros minutos fue desapareciendo, quedando a la vista una distancia entre sectores que los creativos permitían al demorarse a bajar en el momento defensivo.
La selección iraní fue equilibrando la posesión de la pelota y el contraataque casi funcionó. Munir Mohamedi evitó en dos ocasiones el gol de Irán y esa idea de que Marruecos podía marcar en cualquier momento dejó de colgar en el aire. La selección africana parecía muy ansiosa, algo que se traducía en las inmensas bolas descargadas directamente de las defensas (Benatia en evidencia en este capítulo) hacia adelante, siempre sin éxito. Con la caída de Marruecos la calidad del juego también fue cayendo.
El partido se fue arrastrando e Irán dejó de buscar la portería de la selección marroquí, sólo que del otro lado también faltó cabeza para llegar al gol de la victoria, que Renard buscó, pero sin éxito. Marruecos acabó por encima, con una apuesta del entrenador francés en conquistar los tres puntos frente a la selección más frágil del grupo, pero las precipitaciones de sus jugadores resultaron ser perjudiciales...y fue el Irán quien aprovechó.
En el período de descuentos acabó por aparecer el gol para los iraníes, que habían estado 45 minutos lejos del área marroquí, y fue Irán quien entró a ganar en el grupo B. La unión, concentración y organización defensiva de los iraníes superó el talento desaprovechado del equipo marroquí.
0-1 | ||
Aziz Bouhaddouz 90' (p.p.) |