A falta de dos días para que se celebren elecciones presidenciales en el Sporting de Lisboa, el club vendió a Ricky Van Wolfswinkel al Norwich inglés a cambio de cerca de diez millones de euros, un traspaso imprescindible para garantizar el pago de los salarios.
El presidente en funciones, Luís Godinho Lopes, ya había anunciado que probablemente el equipo tendría que desprenderse de alguna de sus figuras para cumplir con sus compromisos económicos. A sus 24 años, el delantero abandonará en junio el Sporting, donde lleva 39 goles en 81 partidos oficiales. Como es costumbre entre los grandes de Portugal, el club lisboeta vendió parte de los derechos de holandés a fondos de inversión (50 % a la empresa Quality Fotball Ireland Limited y 15 % a uno creado por el propio club para atraer financiación), de forma que sólo mantiene el 35 % del pase en su poder.
Los cerca de 3,5 millones de euros que percibirá por esta transferencia servirán para garantizar el pago de las nóminas de los empleados del club de febrero, según informaron medios lusos, con lo que Godinho Lopes pretende dejar las cuentas al día antes de abandonar el cargo. El Sporting, que cuenta con la cantera más prolífica de Portugal, necesita entre 20 y 30 millones de euros para cumplir sus obligaciones financieras hasta el final de la temporada.